viernes, 27 de noviembre de 2015

LOS QUE EJECUTAN MÚSICA

Ambición de ostentación.
Los entretenimientos musicales que, si son conducidos apropiadamente, no causan daño, son a menudo una fuente de pecado. En la situación actual de la sociedad, con bajos principios morales no sólo entre los jóvenes sino entre los mayores y experimentados, hay un gran peligro de llegar a descuidarse, y dar atención especial a favoritos, y así crear envidia, celos y conjeturas pecaminosas. El talento musical muy a menudo favorece el orgullo y la ambición por la ostentación y los cantantes piensan muy poco en la adoración de Dios. En vez de guiar las mentes a recordar a Dios, las llevan a menudo a olvidarlo. --Carta 6a, 1890.

Cantar para exhibirse 
- Consejo a un líder de la música.-- Fui llevada a algunos de sus ensayos de coro, y se me hizo leer los sentimientos existentes en el grupo que Ud. dirige. Había celos mezquinos, envidia, crítica y murmuración. Dios requiere un servicio prestado de todo corazón; el formalismo y el servicio prestados solamente de labios son como bronce que resuena y como címbalo que retiñe. Su canto tiene como finalidad la ostentación, y no la alabanza a Dios con el espíritu y el entendimiento. La condición del corazón revela la calidad de la religión del que profesa la piedad.-- Ev, 369.


Música que ofende a Dios.
La ostentación no es religión ni santificación. No hay nada más ofensivo a la vista de Dios que un despliegue de música instrumental, cuando aquellos que toman parte no son consagrados, no tienen melodías en sus corazones para el Señor. La ofrenda más dulce y aceptable a la vista de Dios, es un corazón que ha alcanzado la humildad al practicar la abnegación, al elevar la cruz y seguir a Jesús.

No tenemos tiempo ahora para dedicarlo a la búsqueda de las cosas que únicamente agradan a los sentidos. Se necesita un profundo escudriñamiento del corazón. Con lágrimas y la confesión de un corazón quebrantado, necesitamos allegarnos a Dios para que él se acerque a nosotros.-- Ev, 371, 372.

Una música aceptable a Dios.
Las cosas superfluas que se han introducido en el culto en deben evitarse decididamente... Dios acepta la música únicamente cuando por su influencia los corazones se santifican y se enternecen. Pero muchos que se complacen con la música no saben lo que significa producir melodías en sus corazones para Dios. Sus corazones han ido "tras los ídolos".-- Ev, 373.


http://www.laicos.org/egwmusica.htm

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